Siempre igual (*)

La ambición.

Escribiré porque al final todo se escribe solo.

La ambición y la decepción.

Es la ambición mala? No. Es el límite de lo que nos tienta a hacer lo que la convierte en lo que debe ser.

No me gusta hablar mal de nadie. Pero a veces se me hace inevitable y entonces suelto algo de lo que me arrepiento en el segundo siguiente.

Y siempre me pasa. Hago el papel del tonto en esta película que es la vida de los otros.

Conceder. Fallar. Caer. Levantarse. Darse ánimos y medir. Tratar de calcular y no ver la bomba ante uno mismo.

Yo no trabajo para eso.

La ambición es buena si se controla. Yo tengo mucha ambición. Ambiciono vivir de acuerdo a lo que considero correcto. Ambiciono ser íntegro. Nunca lo logro.

Ambiciono poder vivir y respirar en un espacio amplio y compartido. En el que las cosas se digan claro y sin segundas intenciones. En el que se destaque de manera directa el fin de la ambición, el objetivo, la meta. Pero suele pasar que en el camino me enamoro del camino. Y entonces descubro que no hay metas, o que no son las que se habían pintado. Desde luego esto me frustra. Entonces las cosas no se logran. Se malogran. Me mal logro.

Y ahora estoy aquí otra vez especulando y tratando de ver en que me equivoqué, y resulta que fue en tratar de ser lo más claro y honesto posible. Tratar se ser. Y no, no logro.

Acá vamos otra vez al profundo agujero de la auto conmiseración y desencanto. Con más cinismo. Ese cinismo que sólo me afecta a mí. Hoy muero un poco y mañana muero un poco más. Que desencanto es la primera sacada de vuelta. Que te la saquen o que tú lo hagas es igual. Te sacan la vuelta la familia, la mujer, los amigos, los socios, los conocidos, los compañeros de trabajo, los colegas, el vendedor del pan, el portero del trabajo, el jefe número uno del trabajo -siempre hay un uno, un dos, y así…-, la tele, el arte en general y la música en particular, y sobre todo el inconsciente.

Te sacan la vuelta hasta los recuerdos.

Y no es fácil superarlo. Nunca es fácil. La decepción es tan grande que te mata las primeras ambiciones porque ves que aparecieron las otras. No las que te motivan, sino las que dominan.

«Y siempre igual, sólo ilusiones perdidas en la obscuridad…»

*(Siempre Igual, La Banda Azul)

  1. #1 por saludablesol el diciembre 8, 2011 - 23:44

    Me enseñas a escribir.

  2. #2 por saludablesol el diciembre 8, 2011 - 23:45

    si???

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